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Discurso del secretario

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TRANSCRIPCIÓN

CONTACTO OFICINA DE ASUNTOS PÚBLICOS

Miércoles, 9 de julio de 2008

202-482-4883

SECRETARIO DE COMERCIO CARLOS M. GUTIÉRREZ
DECLARACIONES ANTE LA LIGA DE CIUDADANOS LATINOAMERICANOS UNIDOS
WASHINGTON, D.C.

Buenas tardes a todos. Gracias por invitarme a venir. Es un honor. Siempre es grato estar con la LULAC y estar con su organización. Y ante todo, deseo agradecerles y felicitarlos por lo que hacen con su prolongado y distinguido servicio a nuestro país y nuestra comunidad. Muchas gracias.

¿Saben? Uno de los grandes privilegios que tengo como funcionario público es la oportunidad de trabajar en asuntos que son importantes para la comunidad latina, y eso incluye asuntos no sólo dentro de nuestras fronteras sino también más allá de nuestras fronteras.

Este gobierno se ha interesado muchísimo en los países latinoamericanos. Desde que asumió el cargo, el Presidente Bush ha hecho ocho viajes distintos y visitado 10 países latinoamericanos, además de hacer prácticamente cientos de llamadas telefónicas y reunirse en persona con líderes latinoamericanos.

Seis de los 11 países con los que hemos implementado tratados de libre comercio son países latinoamericanos. Y de los tres TLC pendientes, dos son con América Latina.

Entonces, el primer asunto que deseo tratar con ustedes, que es un asunto importante para mí y espero que sea un asunto importante para todos los latinos, es el Tratado de Libre Comercio con Colombia.

Se trata, por supuesto, de un asunto de intercambio comercial, pero también es un asunto empresarial. También es un asunto de política exterior. Es un asunto de seguridad nacional. Pero en mi opinión, también diría que es un asunto latino, es un asunto hispanoamericano, y espero que sea un asunto importante para todos los miembros de nuestra comunidad.

He pasado bastante tiempo en Colombia. Durante los pasados seis meses, aproximadamente, he llevado a cuatro delegaciones de miembros del Congreso. Colombia, como saben, es un país amigo. Colombia es un gran aliado. Colombia es un gran país. Y Colombia ha logrado durante los últimos 6, 8, 10 años, probablemente la transformación más impresionante que jamás he visto en mi carrera.

Colombia ha sido un aliado durante mucho, mucho tiempo. Colombia fue el único país latinoamericano que envió tropas a Corea hace 50 años. Entonces, tenemos una relación que se remonta a mucho tiempo atrás. Somos amigos de años y tenemos muchísimo interés en ver que Colombia tenga una comunidad próspera y pacífica.

Hace aproximadamente 10 años lo único que se oía de Colombia, lo único que se veía en el noticiero sobre Colombia, era que las FARC –estoy seguro de que escucharon recientemente acerca de las FARC en los últimos días– estaban en las afueras de Bogotá, y existía el riesgo de que el gobierno fuera derrocado y que literalmente cayera en manos de organizaciones guerrilleras y carteles de drogas.

Con la ayuda del Plan Colombia, un programa aprobado por ambos partidos, iniciado entonces por el Presidente Clinton, hemos contribuido a que Colombia sea hoy en día una sociedad en crecimiento, llena de orgullo y dinamismo. El crimen ha bajado en Colombia. La economía está creciendo; el índice de pobreza ha bajado. La violencia contra los sindicatos ha declinado más que la violencia en todo el país. Ha sido un logro asombroso. Más de 30,000 paramilitares han entregado sus armas y se han reincorporado a la sociedad civil.

Estoy seguro de que la semana pasada, todos ustedes vieron cómo el mundo entero se regocijaba con los familiares y amigos de los 15 rehenes que fueron rescatados de manos de las FARC como resultado de los esfuerzos del gobierno colombiano y las fuerzas armadas colombianas. Y creemos, y yo creo muy fervientemente, que el gobierno de Estados Unidos debe apoyar a Colombia y que los latinos en todo Estados Unidos deben apoyar a Colombia, considerando por lo que ha pasado Colombia, considerando lo que ha logrado, considerando cuán lejos ha llegado.

En este momento, Colombia nos necesita. El Presidente Uribe –quien, por cierto, cuenta con un índice de aprobación de aproximadamente 80 por ciento en Colombia, 80 por ciento antes de los rescates y quién sabe cuál es ahora– cree que lo más importante que podemos hacer para ayudar a Colombia a continuar progresando es aprobar el tratado de libre comercio.

Cada vez que el Presidente le ha preguntado, cada vez que nosotros le hemos preguntado, “¿Qué podemos hacer?” su respuesta ha sido, “Pídanle al Congreso que apruebe el Tratado de Libre Comercio con Colombia”. Entonces, cuando oigan a alguien decir que lo mejor para los trabajadores colombianos es que no se apruebe el acuerdo, simplemente recuérdenle que el Presidente Uribe tiene un índice de aprobación de 80 por ciento y representa al pueblo colombiano y cree que lo más importante que podemos hacer para ayudarlos es aprobar el Tratado de Libre Comercio con Colombia.

Y permítanme simplemente decir que felicito a la LULAC de Florida… ¿Dónde está la LULAC de Florida? Bien… Agradezco a la sucursal de Florida de la LULAC por pronunciarse y apoyar el TLC con Colombia. Es un acuerdo importante para todos los latinoamericanos. Es un acuerdo importante para nuestro hemisferio. Es un acuerdo importante para nuestro país.

Le hemos pedido a nuestro Congreso que simplemente permita que se someta el TLC a votación. No queremos ninguna garantía de que será aprobado. Simplemente queremos que se someta a votación. El acuerdo fue suscrito hace 600 días. Y lo increíble desde el punto de vista comercial es que nuestros exportadores han pagado más de $1,000 millones de dólares en aranceles que no habrían tenido que pagar si se hubiera aprobado el acuerdo.

Entonces, no existe razón alguna, excepto razones políticas, para evitar que este acuerdo pase al plenario del Congreso. No existe razón alguna para negarle a Colombia un tratado de libre comercio. Aunque éste sea un año de elecciones y los tratados de libre comercio siempre son delicados, creemos que Colombia merece mejor trato. Entonces, gracias, gracias por hacerlo.

El segundo asunto que es importante para nosotros, y sé que es importante para ustedes, es el Censo del 2010.

Steve Murdock, el director de la Oficina del Censo, estuvo aquí anteriormente como parte de un panel que incluyó a Arturo Vargas, quien estuvo en nuestro propio Comité Asesor para el Censo, y Ángelo Falcón, quien recientemente aceptó ser parte de nuestro Comité Asesor Hispano.

La Oficina del Censo es parte del Departamento de Comercio, y nos hemos comprometido a tener el mejor censo de la historia. Queremos un conteo completo, exacto de todos los que vivan en el país en el 2010.

Quizá hayan leído que hemos tenido ciertos problemas técnicos que salieron a relucir recientemente en nuestro ensayo general. Estamos resolviéndolos, y créanme, el censo es una de mis principales prioridades personales.

Vamos a necesitar la ayuda de ustedes. Necesitamos correr la voz de que mientras más alta sea la tasa de respuesta al primer cuestionario, mientras más alta la tasa de respuesta a ese primer cuestionario que salga a circulación, más exitoso será el censo.

Éste no es un cuestionario, éste no es un cuestionario concebido para averiguar la situación inmigratoria. Es un simple formulario con unas cuantas preguntas. La información proporcionada es confidencial. Está protegida por ley, y no podemos compartir información personal con otras agencias ni el público. La única razón por la que queremos esta información es para contar cuántas personas están viviendo en Estados Unidos.

Y las cifras no sólo afectarán la representación en el Congreso, sino que determinarán cómo se asignarán aproximadamente $300,000 millones de dólares en gastos del gobierno entre gobiernos locales y estatales, y dónde se ubicarán escuelas, hospitales, negocios y servicios gubernamentales. Por lo tanto, esto es importante. Es algo crucial, y es importante para nuestra comunidad que logremos un conteo exacto.

Se puede solicitar el formulario en español, como también en otros idiomas. Es importante señalar que en el 2010 también enviaremos por primera vez cuestionarios bilingües a ciertas comunidades.

Entonces, apreciamos muchísimo su ayuda para asegurarnos de que se cuente a todos. Por favor, participen. Por favor, manténganse en contacto con nuestra comunidad. Por favor, asegúrense de que la gente devuelva los cuestionarios. Tenemos mucho que ganar si obtenemos un conteo exacto en el censo.

Otro asunto que deseo compartir con ustedes que es importante para nuestra comunidad es ayudar a asegurarnos de que tengamos una transición sin trabas a la televisión digital el 17 de febrero de 2009 a medianoche.

Según cálculos, 20 por ciento de los hogares que dependen de las antenas de conejo u otro tipo de antena para el servicio de televisión por aire son hogares hispanos. Entonces, tendrán que elegir una de las siguientes opciones: Ya sea obtener un vale de $40 de nosotros para comprar un convertidor, comprar un televisor con sintonizador digital, o conectarse a servicio de cable, satélite u otro tipo de servicio pagado de televisión.

La información está disponible en nuestro sitio de Internet: dtv2009.gov. Por favor, ayudemos a nuestra comunidad. No queremos que nadie en nuestra comunidad prenda su televisor el 18 de febrero y descubra que no tiene señal. Entonces, participemos. Colaboremos para tener una transición sin trabas.

El último asunto del que quiero hablarles es inmigración. Y en primer lugar quiero darles las gracias a todos ustedes por lo que han hecho. Sé cuánto se han esforzado por lograr la reforma de la inmigración. Por favor, sepan que para el Presidente Bush aún es una prioridad, y vamos a continuar insistiendo en que en algún momento dado en el futuro más cercano posible, se apruebe una ley para la reforma de la inmigración. Hasta que lo hagamos, la inmigración será un problema sin resolver. Sé cuán importante es para ustedes; y yo, como siempre, continuaré deseoso de trabajar con la LULAC para lograrlo.

Hasta que logremos una ley integral, vamos a ver una mezcolanza de leyes locales. Por ejemplo, aproximadamente 1,500 propuestas legislativas sobre inmigración han sido presentadas en gobiernos estatales. Más de 230 han sido promulgadas, lo que es 84 más que el año previo. Entonces, lo que estamos viendo es un país dividido por diferentes leyes de inmigración. Esto se está volviendo extremadamente, extremadamente disfuncional.

Se ha puesto muchísimo énfasis en reforzar las fronteras y asegurar que velemos por el cumplimiento de las leyes de inmigración, pero eso no es suficiente. Hasta que tengamos una reforma integral de la inmigración, la inmigración será un problema sin resolver. Y nuestro país necesita inmigrantes.

Sin inmigración, no sólo no podremos crecer, sino que tendremos muchísimas familias que vivirán con temor y muchísimas familias que no participarán en la sociedad aunque estén contribuyendo y estén trabajando muy, pero muy arduamente. Por lo tanto, esto es insostenible, inaceptable y disfuncional.

No podemos tener 12 millones de personas que trabajan y viven clandestinamente en nuestra sociedad, viven al margen de nuestra sociedad.

Es muy fácil, muy pero muy fácil decir: “Sólo hagan cumplir la ley”. Es muy fácil decir: “Bueno, tenemos que deportar a esa gente que está en nuestro país ilegalmente”.

¿Qué pasa con la gente que ha estado aquí 5 años, 10 años, 15 años, 20 años? ¿Qué pasa con los varios millones de niños que han nacido aquí y son ciudadanos estadounidenses de nacimiento? Son niños que van a la escuela primaria y algunos van a la secundaria. Juegan en las Ligas Menores. Hacen su aporte. Tienen amigos. Éste es el único país que conocen. Son parte de nuestra sociedad y no podemos simplemente hacer caso omiso del problema. ¿Qué pasará con ellos?

Al igual que ustedes, soy producto de la inmigración. Actualmente, hay más de 45 millones de hispanos en Estados Unidos, 15 por ciento de la población, y sabemos que un extenso segmento de esa población es indocumentada.

Lo que debemos tener en cuenta es que la amplia mayoría, si no todos, está aquí por una razón, una única razón, que es trabajar, hacer un aporte, porque sueña con que un día su familia tenga una vida mejor. Es todo lo que quieren al venir.

Sólo desean una oportunidad, sólo una oportunidad, y no oigo que la gente pida nada más que la oportunidad de poder trabajar. Ése es precisamente el tipo de compromiso, el tipo de energía, el tipo de fervor, el tipo de entusiasmo que siempre ha hecho de este país el más grande del mundo, y hoy tenemos mucha gente que desea contribuir para hacerlo incluso mejor.

Así que agradezco a la LULAC, gracias por su compromiso, gracias por su liderazgo en este tema y, por favor, perseveren. No podemos detenernos hasta que se apruebe una reforma integral de la inmigración. Y el problema es demasiado complejo; teníamos un proyecto de ley de 700 páginas, y la gente que se oponía a él, gente que no deseaba una reforma integral, lo aniquiló con una sola palabra: amnistía. Era un proyecto de ley de 700 páginas. Pero es demasiado complicado. Este problema es demasiado complejo. Es muy humano rechazar algo por una palabra. Así que debemos continuar trabajando. Debemos seguir insistiendo. Y sucederá. Es sólo cuestión de tiempo.

Antes de dejarlos, permítanme terminar con sólo dos ideas:

Primero: no nací aquí. Éste es mi país adoptivo y amo a este país, pero les aseguro que eso no significa que no recuerde todos los días quién soy, de dónde vengo y el hecho de que estoy muy orgulloso, me siento muy orgulloso de ser, llámenlo como quieran: latino, hispano, latinoamericano. Y me siento muy orgulloso de hablar español. Estoy muy orgulloso, me siento muy contento cuando como plátanos y arroz con frijoles, porque aún es mi platillo preferido.

Segundo: creo que los miembros de nuestra comunidad deben interesarse más en asuntos latinos fuera de nuestras fronteras. Si los países de América Latina crecen, si las democracias prosperan, si la gente es más fuerte, nuestra comunidad aquí en Estados Unidos se fortalecerá.

Incluso si es sólo una cuestión de orgullo, quiero ver que nuestros países vecinos, quiero ver que nuestros vecinos latinoamericanos mejoren, prosperen, crezcan, tengan éxito y sean felices; y debemos interesarnos en eso.

Debemos ver más allá de nuestras fronteras e interesarnos en la política de nuestro gobierno hacia los países de nuestro hemisferio. Por favor, estén atentos al Tratado de Libre Comercio con Colombia. Quizá a algunos de ustedes no les interese el comercio. Quizá algunos de ustedes estén en desacuerdo con el intercambio comercial. Pero considero que el Tratado de Libre Comercio con Colombia es mucho más, mucho más que un tratado de libre comercio. Por favor, estén atentos a esto.

No me gusta el hecho de que justo cuando Colombia está a punto de lograr algo por lo que viene luchando, literalmente luchando durante casi 50 años, están acercándose a lo que siempre quisieron tener, una sociedad en paz, ahora que están cerca, no me gusta el hecho de que Estados Unidos parece darle la espalda a Colombia. No es justo. No es lo correcto. Debemos apoyarlos en cada paso que dan, y la manera de ayudar a Colombia es aprobando el Tratado de Libre Comercio con Colombia.

Así que le agradezco a la LULAC por todo lo que hace para mejorar nuestra comunidad. Estoy convencido, no tengo la menor duda, de que en 10, 20, 30, 40, 50 años, veremos en retrospectiva que los latinos, los hispanos, hicieron que este país fuera mejor, hicieron que esta sociedad fuera mejor, hicieron que este país fuera más fuerte. Y me enorgullece ser parte de eso. Y les agradezco por todo lo que hacen para que se haga realidad.

Muchas gracias a todos.